jueves, 30 de noviembre de 2006

Candidata Nudista 3 entrega

Candidata Nudista 3ª entrega
(Columna no publicada en su diario la nacion por fome (textual) al equipo editorial responsable)

Algunas reflexiones de la candidata nudista ocurridas durante la siesta del domingo luego de suculento almuerzo regado con abundante bebida consumido gracias a unos vales de cange que los señores propietarios de la Vega Central le han facilitado a modo de auspicio para su campaña:
1)- ¡Qué lindos quedaron los pendones, si hasta parezco 10 años mas joven! ¡Hay las virtudes del fotoshop!
2)- El discurso de hoy en la mañana en el salón de pool estuvo flojo. Estoy flaqueando. Debo creer más en mi, repetiré por las mañanas durante los abdominales, “voy a ganar, voy a ganar”, como canta Bosé, “voy a matarme por llegar…un poco mas, un poco mas ¡Y soy el As!”
3)- Debo considerar esta candidatura como si fuera mi propia PYME
4)- Autoproducción, esa es la palabra clave, autoproducción y disciplina, pero sobre todo disciplina.
5)- Parece que comí mucho me siento mal.
6)- No debí salirme de la dieta. Estoy gorda, debo ir al gimnasio porque no debo descuidar la imagen. Hoy la imagen es todo (pero la sed es un todo mas rotundo, digo yo…)
7)- Debo convencerme de que soy un producto viable, un producto atractivo, un buen producto. También soy un proyecto, tengo miles de proyectos para mi país y mi gente, que obvio son mis amigos y quienes me caen bien. El resto no me interesa así que pueden ir pensando en las ventajas del autoexilio porque no pienso favorecer a ningún conchadesumadre de esos que me desolló viva durante todos estos años.
8)- No creo ser intolerante por ello. Eso es una calumnia que han elevado mis enemigos, viejas feas envidiosas. Todo lo contrario, soy una persona correcta y generosa, tan generosa que a veces hasta me subvaloro. Me humillo por nada, me arrastro como un vil gusano a veces, sobre todo ante hombres jóvenes y guapos, especialmente si he bebido en exceso, cosa que pasa bastante seguido. Eso está mal.
9)- Me debo cotizar mejor, subir los precios, aprovechando que Santiago se ha vuelto tan caro todo. Digo, si algunos se avivan ¿Por qué yo no? Si una no lo hace, no lo hace nadie por una, si no pregúntele a algunos empresario, cuyas firmas no voy a revelar en este momento debido a la posibilidad nunca del todo perdida de conseguir su apoyo para la campaña presidencial.
10)- Ahora que lo pienso bien harto caro me salieron los pendones, parece que el diseñador se anduvo avivando.
14)- Debo dejar la droga.
13)- El próximo lunes se me acaban los vales de almuerzo ¡Que voy a hacer!

jueves, 23 de noviembre de 2006

Candidata Nudista (2 entrega)

Columna Hard Core Hotel, publicada en la seccion cultura del Diario La Nacion el jueves 23 de nov del 2006


Candidata Nudista (2ª entrega)
Problems

Apenas transcurrida una semana del lanzamiento oficial de mi candidatura ultra independiente a la presidencia de la república y sin darme siquiera tiempo de reponerme de la feroz resaca que me aconteció luego de las celebraciones de rigor con mi comando, las que ciertamente se extendieron más allá de lo prudente, han aparecido los primeros contratiempos. Ya sé que nadie dijo que iba a ser fácil, pero en verdad esto ya no me está gustando tanto. Ahora, como soy mas terca que una burra, no piensen mis enemigos políticos que me daré por vencida sin antes dar honrosamente la lucha. Soy una mujer que tiene los cojones muy bien puestos caballeros, vayan enterándose.
Paso a detallar los primeros escollos vividos en el difícil mundo de la política y el poder, por quien escribe, su candidata nudista.
1)- Al asistir tranquilamente como suelo hacer cada fin de semana a las playas nudistas de nuestro accidentado litoral central, fui reconocida y abordada por una multitud de nudistas los que no me dejaron tomar sol tranquila y me apabullaron con demandas de toda índole. Resultado, sigo pálida y tengo además un centenar de promesas que cumplir.
2)- Esa misma instancia me sirvió para percatarme de un hecho por decir lo menos alarmante y es que la gente de mi comando son todos unos ineptos y no demuestran interés alguno por secundarme como dios manda en los asuntos de la política, si no mas bien manifiestan una gran inclinación por la juerga. Y lo que en otras circunstancias consideraría yo un aporte, en este caso resulta altamente inadecuado.
3)- Los empresario se niegan a recibirme. Yo no se si será porque no llevo la ropa adecuada a su estatus o simplemente porque no llevo ropa alguna (como recordaran soy una candidata nudista y estoy dispuesta a ser consecuente con mi militancia hasta las ultimas consecuencias), pero la cosa es que no alcanzo a pisar la recepción de sus edificios corporativos, premunida sólo de mi pliego de peticiones y propuestas, cuando los guardias me sacan de un ala, con muy malos modales debo decir además.
4)- Los representantes de los gremios si están dispuestos a recibirme pero insisten en citarme en Los Braseros de Lucifer, el Nautilius y otros lugares por el estilo, los que si bien me parecen encantadores, no tengo nada contra esos respetables sitios de esparcimiento, pero no me parecen del rango adecuado para un encuentro político de la mas alta envergadura.
La cosa se ve dura, no hay disposición al dialogo, sin embargo, ya sabrán de mi…

lunes, 20 de noviembre de 2006

La maldita primavera

(Columna publicada en version muy resumida en el Diario La Nacion hace como dos meses atras)

La maldita primavera, Homenaje a Yuri


Llegó septiembre y yo siento que llegó la primavera. Y aunque según los rigores del calendario la estación comience oficialmente en unas cuantas semanas más, para mi septiembre, el primero, ya es sinónimo de primavera. ¡Hay qué linda que es! No saben queridos lectores todo lo que a mí me pasa por esta fecha, pequeñas revoluciones hormonales, físicas, síquicas, anímicas me acontecen cada cinco minutos en mi pequeño cuerpo diseñado para la felicidad, a veces de manera simultánea y lo que me hace estar en un permanente estado de excitación.
De repente el frío se acaba, florecen los cerezos de la calle y los aromos sueltan su perfume de un amarillo intenso. Todo huele rico y un vientecito exquisito comienza a acariciar las calles por las tardes. El vientecito arrastra los aromas de la naturaleza en plena orgía y ese olor se mete por las narices y llega directo al cerebro, despertando una conciencia primigenia del goce, provocando descargas eléctricas, que a su vez provocan la secreción de fluidos de todo tipo.
Yo me pongo como loca de verdad, encuentro que todo es mas lindo, por las mañanas me quedo largo rato admirando la cordillera y sus cumbres aun nevadas y pienso que la vida en Santiago es bella, que esta es una bella ciudad de mierda, estrecha y cara en el mas amplio sentido de la palabra (¡Oh paradoja!) pero linda, finalmente. Yo nací en Santiago, es la tierra o el pedazo de asfalto que me vio nacer y hay que quererlo.
Eso pienso y luego pienso que tengo ganas de enamorarme, que ya es hora de parar un poco la juerga, buscar un hombre bueno, que tenga un corazón a prueba de performancistas y enamorarme perdidamente de él.
Pienso en la micro que lo único verdaderamente importante en esta vida es el amor, todo lo demás me parece secundario, la plata, el poder, los bienes materiales, el Fondart, TODO. Por momentos me siento Yoko Ono y me falta el Lennon. Suspiro y me digo “Esta primavera me propongo enamorarme” y lo mas loco es que fijo que a mediados de septiembre me enamoro.
Generalmente del primer cristiano que se me atraviesa por la calle.
Me enamoro de verdad, es decir, con dolor, pasión, corazón, hígado, pies y callos. Con intensos dolores de estómago, nauseas, tersianas y toda la sintomatología clínica que acompaña al fenómeno. Y suuuuufrrrro como loca y lloooooooro como María Madgalena.
De todas maneras me la paso bien. A veces el susodicho, ni se entera de nada. Pero no importa yo ya me he vivido TODO y ni lo he molestado.
A veces todo lo anterior me pasa varias veces al día, es un quilombo porque así de enamorada no se puede andar por la calle.
Porque hay que decirlo bien claro, una anda además con unas ganas de coger de la puta madre. Bueno, al mi, al menos me pasa eso, que me convierto en una perra de la peor clase. Perdoname má si estas leyendo estas líneas, pero es la verdad.
Entonces, lo primero que hago apenas comienza el mes, es ir a la farmacia a por una buena caja de condones. Compro la de doce, sin sabor, con poritos para la estimulación y gel lubricante. Porque queridos lectores, nos guste o no, lo merezcamos o no, estamos en la era del SIDA y en la era del SIDA el amor viene acompañado de la santa muerte, esa dama pálida con guadaña que venden al por mayor en los tianguis mexicanos.
Una gasta sus pocos pesos en comprar una caja grande de condones aunque la farmacéutica te mire como la vieja conservadora de mierda que es, con sospecha y remilgando la nariz, creyendo que una es puta, una trabajadora sexual, gremio de lo mas noble por lo demás, (Mis saludos chicas) porque una señorita sola no compra condones. Una lo hace porque el hombre chileno y latinoamericano en general, no acostumbra a llevarlos encima y esa es una triste realidad de la que puedo dar fe. El chileno particularmente, no sólo no los porta sino que además es reacio a su uso. Y esa es otra triste realidad de la que puedo dar fe. ¡Dios como cuesta que el caballero tome precauciones!, que el caballero colabore en hacer de esta una empresa sin riesgos para ninguno de los dos, porque estaré muy enamorada hace apenas cinco minutos pero no soy huevona, menos huevona suicida.
Y una entonces tiene que andar con sus condones en la cartera, sobre todo en primavera porque no puede confiar en la contraparte.
Una soporta que algún gilipollas le diga una grosería por andar con forros en el bolso, siempre lista, siempre prevenida, siempre lúcida my darling porque por estos lados la gente vive como con somníferos todo el tiempo y nadie se da cuenta de la gravedad de ciertas cosas.
Como los curas, siempre tan píos, los curitas de la iglesia católica que en este país, han puesto sistemáticas trabas a través de sus declaraciones por la televisión, con voz y cara de “Yo no conozco padre los asuntos de la carne”, para la implementación de campañas de prevención del SIDA que difundan el uso del condón.
Perdónenme caballeros pero a mi, esto me parece una actitud, además de hipócrita y francamente descarada, sobretodo luego de los últimos casos policiales que dejaron al descubierto las costumbres sexuales de algunos sacerdotes, pues me parece una actitud CRIMINAL.
Asi es, CRIMINAL, y no se lo mando a decir con nadie, se lo digo yo misma sin seudónimo, porque nadie puede hoy, en el actual estado de cosas, eludir el hecho de que el SIDA es una epidemia y debe ser tratada socialmente como tal, con políticas de salud realistas y efectivas.
Entonces señora ministra, señora presidenta y autoridades pertinentes, YO EXIJO que se repartan por ley, condones en los todos los hospitales públicos, en las clínicas, las postas y consultorios. Pido que por ley se instalen maquinas vendedoras en los baños de los centros comerciales, shopping, los malls, los centros culturales, los estadios, colegios, universidades e institutos profesionales; En las tiendas de diseño, en las librerías, galerías de arte, museos; Estaciones del metro, paraderos de las micros, bares, bombas de bencina y en cuanto lugar se le ocurriera a uno querer coger, que como ya dije es más frecuente e intenso en primavera. En Chile no hay donde cresta comprar un condón pasadas las doce de la noche, o tenías en tu casa o tienes auto, bencina y ningún apuro, como para disponerte a ir de paseo a buscar la farmacia de turno que tenga esos que tu quieres. Si vives en una población de la periferia de la ciudad, olvida lo de la farmacia de turno y te chingas nada más.
Estas aciagas circunstancias, más la inexistencia de políticas públicas señora ministra, que se hagan cargo siquiera fantasmalmente del tema, hacen que yo piense seriamente que debe haber gente en Chile que quiere vernos muertos a todos los pecadores, pervertidos que tenemos vida sexual fuera del matrimonio.
Pienso que hay gente que quisiera vernos a todos los que gozamos de cierto espíritu y costumbres laicas, morir encharcados en nuestra propia inmundicia, como si las víctimas del SIDA no incluyeran niños, marginados y mujeres contaminadas dentro del matrimonio.
Hay gente que piensa que esos niños, esos pobres, esos jonkies y esas mujeres merecen morir de todas maneras como lagartijas ya que pertenecen a una sucia estirpe, que mejor sería desapareciera del planeta.
Entonces tenemos respetable público lector, señores autoridades, empresas auspiciadotas, que nadie usa condón en Chile. ¡ Yo ya no se que hacer para que los chicos usen el bendito forro! A ver si con esta columna atinan, ¡Gravense en esa palabra amigos, CONDON, CONDON!
Pegue uno en la puerta del refrigerador para acordarse, péguese otro en la frente y salga a la calle derechito a comprar su caja grande de condones con gel lubricante, extra large (en el caso que sea necesario) y espematicida, para eleminar espermios y el virus del SIDA. (me salió verso sin mayor esfuerzo)

Kisses
Eli Neira

Polvos de baño

Esta columna fue publicada por el diario El Claneta (no recuerdo la fecha) . La autora no recibió remuneración alguna, pero si muchas felicitaciones

Polvos de Baño

¿Por qué será que coger en los baños es tan rico? Sobre todo si son ajenos, sobre todo si son públicos, si no pregúntenle a George Michael.
Se me vienen a la mente tres polvos de baño, como diría algún comentarista de radio, “verdaderamente notables”.
El primero, en la fiesta de inauguración de la casa de una amiga, con el compañero de oficina de la misma. Recuerdo que en el fragor del momento olvidamos poner pestillo a la puerta y en medio del evento entró la jefa del chico (y de mi amiga), quién luego de poner los ojos como huevo frito, soltó un gritito de horror, pidió disculpas y cerró presurosa la puerta tras de sí.
Esa vez, también al fragor de los hechos, olvidamos sobre el inodoro un condón (recién ocupado). Ese detalle fue lo realmente abyecto de toda la situación y también lo que indignó a la dueña de casa y a casi todos los demás invitados que tuvieron la necesidad de ocupar el baño después.
Ahora, que lo veo en perspectiva, con la madurez de mis canas que si bien eran las mismas en color y número al momento de los hechos, ya que éstos no ocurrieron hace mucho, en una lejana adolescencia digamos, sino el verano pasado, creo que realmente la cagamos. O sea, fuimos cochinos, pero no en el sentido moral de la palabra sino en el mas estricto sentido higiénico.
Bueno, de nada sirve llorar sobre la leche derramada dice el dicho. Y conste que pese a la literalidad de la imagen, el sentido es el mismo, como la canción es también la misma.
¿Alguien se acuerda de ese disco de los Led Zeppelín que además fue una gira en plenos 70 donde Robert Plant se ponía unos yeans casi transparentes, muy apretados que hacían adivinar el tamaño y la posición exacta de sus genitales dentro del trémulo envoltorio de mezclilla que para remate tenía como unos parches de maripositas justo ahí?.
Con Robert hubiera tirado feliz en esa gira o en cualquiera otra en el baño de algún camarín o así no mas escondidos tras una puerta. Siempre lo encontré tan sexy, incluso cuando visitó Chile por única vez allá por los primeros años de le década de los 90 y parecía una abuela mística, recién llegada del Tíbet, en tanto Jimmy Page parecía una abuela recién salida de una reunión de veteranos de alcohólicos anónimos.
Una vez soñé que lo hacia en un baño con Mick.
¿Cómo que qué Mick? El único Mick que vale la pena nombrar, Mick Jagger pues quien va a ser, ¿Micky mouse?
Si los sueños tienen según los mapuches la misma relevancia para el ser profundo que lo vivido en vigilia, entonces yo podría decir perfectamente que me aparee con Mick Jagger en un baño.
Claro porque sucede que justo luego de ver por primera vez en vivo a los Rolling Stones durante su visita a Chile también en la segunda mitad de los 90, o sea de estar a algunos metros de distancia de sus míticas presencias, y llegar a casa todavía excitada por lo vivido, lo gritado y lo bailado, soñé que lograba entrar de alguna manera al camarín de los Stones y rápida y hábilmente terminaba encerrada en la casillita del water con Mick y que ahí mismo, sin quitarme siquiera las bragas, sino apartándolas un poquito hacia el lado nada más, cogíamos como locos. Uff y que quieren que les diga amigas y amigos, al menos en la dimensión onírica Jagger cogía como los dioses. Yo tuve como cien orgasmos durante el sueño y juro que no estoy exagerando.
Los encuentros literarios suelen ser muy propicios para esta índole de contacto. Recuerdo un polvo en Lima, en el baño de un hostal. La puerta estaba mala y yo agradecí la rigurosidad de mis prácticas de yoga, porque francamente no hubiera podido hacer semejantes contorsiones como las que hice para lograr mantener el coito en un espacio tan pequeño, no diseñado para tales fines y afirmar a la vez la puerta de la caseta. Todo esto sin poner los pies en el suelo para no delatar a presencia de más de un usuario. Toda una proeza.
En otro hostal, en México, también en el marco de un prestigioso encuentro de nuevas poéticas latinoamericanas, yo y un colega guatemalteco protagonizamos memorable perfomance.
Esta vez fue en la ducha que tenía un disparador automático de agua tibia que cada tres minutos se cortaba y había que ingeniárselas para retozar de pie, lavarse el pelo y presionar el botón del agua. Esa ocasión fue divina, made in heaven como diria Jeff Koons tirándose a la chichi (Cicciolina) e inmortalizados en cristal murano (Para el publico no especialista debo aclara que el mentado Jeffry es un artista visual norteamericano que se casó con la Cicciolina, que a su vez, figuraba al momento de la boda como una popular estrella del porno y quién documentó luego exhaustivamente su vida sexual para finalmente mandar a esculpir en cristal murano entre otros exquisitos materiales, bajo el rótulo de Kama Sutra, una serie de obras de ellos follando que forman parte si no me equivoco y la memoria no me falla, de una serie mayor titualada Made in Heaven) Esteticismos aparte, yo aplaudo los cojones de Jeff. De hecho te envidio Chichi, no solo por tu cabellera rubio nieve, sino por el pedazo de hombre que te agarraste.
Ya me quisiera yo uno asi, ¿Dónde estará mi Jeffry? Que tanto lo busco y no lo encuentro.
Ya me puse romántica, ese es mi problema, me lo ha repetido como loro mi terapeuta, no separo las cosas.
Lindos recuerdos de todos modos, deberían permitir coger en los baños de los aviones
Porque con los nervios, el miedo a que unos terroristas rapten el avión o que éste simplemente estalle en mil pedazos en el cielo debido a una falla humana, a mi por lo menos chicas me bajan unas ganas de agarrar.
¿Qué dicen ustedes?

Candidata Nudista (1ª Entrega)

Articulo publicado en version resumida en el Diario La Nacion de Santiago el 14 de noviembre del 2006. (Aca lo tiene en version entera)
Candidata Nudista

Ya que al parecer todo el mundo anda pensando en candidaturas presidenciales, pese a que faltan tres años para las próximas elecciones, Yo, para no ser menos y porque soy última de copiona y competitiva, doy inicio oficial, mis queridos amigos y lectores, a mi campaña como candidata a la presidencia.
Así es, ya les dije que no me iría con chicas en esta columna ni en ninguna otra instancia de la vida, porque como ya se habrán percatado además de copiona soy exhibicionista y megalómana. Recuerde usted que yo nací el 73, soy hija del golpe, hija de Pinochet de alguna manera asi que llevo en i ADN, le guste o no, cierta herencia genética con los valores inoculados por el régimen. Si quiere una metáfora mas adecuada, le podría decir que fui alimentada con leche podrida, o vencida al menos.
Pero volviendo a lo nuestro, como les iba diciendo, si bien estoy lejos de ser la primera fémina envuelta en las poderosas y enmarañadas redes del poder político, sí seré la primera mujer candidata nudista de la historia chilena. Lamentablemente no puedo decir que soy la primera nudista en la política mundial porque la ChiChi (Chicciolina), mi referente más inmediato y máxima inspiración, lo hizo antes, con estupendos resultados en el parlamento italiano, como algunos de ustedes recordarán.
Con justa razón el lector quisquilloso se preguntará, ¿Pero que le pasa a esta mujer que no puede quedarse vestida?, ¿Tenís algún rollo con el cuerpo?, me diría alguna periodista enrollada, (Pues no linda fíjate que hago ejercicios como loca para tener un vientre plano y un cuerpo digno de ser exhibido en las mejores playas)
Y la respuesta es simple, tanto en la política como en la vida cotidiana, una mujer vestida y encima trabajando en silencio pasa desapercibida, no se ve, se vuelve invisible, como que no existe. Dicho de otra manera, se naturaliza, como que se mimetiza con el paisaje y eso, según mi peluquero y mis consejeros expertos en imagen, no es bueno para mi candidatura.
Ahora bien una mujer vestida y gritando por su causa, se ve un poco más, pero a esa se la lleva la policía, la moja el huanaco, se le sale el taco del zapato, se le desarma el peinado y se resfría. Para colmo de males, corre el riesgo de ser encasillada como una simple histérica, porque una mujer siempre, invariablemente siempre, que ejerce un grado de opinión o desacuerdo es tomada como tal.
Entonces, concuerde conmigo en que lo mejor y más efectivo es el nudismo. Además si de transparencia se trata, ¿Qué hay mas transparente que un político nudista?
Estoy de acuerdo en que es una opción que puede ser malentendida incluso riesgosa porque según le ley chilena cualquier oficial de la policía, esa policía tan civilizada y buena onda que tenemos en Chile, que considere que mi campaña atenta contra la moral y las buenas costumbres me puede llevar presa ¡Pero si ni siquiera soy pedófila! Les diría yo. Bueno algún chico imberbe me ha coqueteado y debo confesarles que me ha gustado, también es cierto que alguna vez bordee la ilegalidad en un romance de verano, pero soy una mujer decente en este punto, no como esos otros señores, tan respetables que se afilaban cabros pobres hasta matarlos.
Y a mi me dice depravada señor, porque me gusta mostrar mis tetitas al sol y sacarme la ropa en recitales de punkrock…
No digo yo. Si hay mucha demagogia en este país. Pero no se preocupe mas señora señor que ha nacido una mujer nueva que esta dispuesta a dar lo mas apreciado que tiene, su cuerpo, al pueblo.
Usted debe comenzar por enviar un mail a la dirección señalada abajo y durante mi campaña puerta a puerta le haré una visita especial para enterarme en terreno de sus penurias y ayudarle con lo único que tengo mi cuerpo, mi materialidad. Puede usted enviar junto con su solicitud una foto cuerpo entero mejor si se retrata usted en minusculo traje de baño y con una erección en ciernes en el caso de los varones. Las señoritas pueden enviar una foto en tanga.
Y es que yo amo al pueblo. Como Pasolini creo en el gran acto poético que querer cogerse a todo el movimiento obrero, síndicos enteros, mancomunales descomunales, cooperativas colectivas, etc .
Pero en Chile como que no hay mucho movimiento obrero que digamos. Como que ya no está muy de moda la moda obrera ¿no? Como que esta mas de moda ser pyme, aunque para eso uno tenga que venderle el alma al diablo del crédito fácil
Sin embargo, sepan ustedes que estoy decidida. Seré el cuerpo sacrificial de la segunda mitad de los 2000 (como diría una importante teórica del arte que algunos conocerán y cuyas lecturas recomiendo como cura para el insomnio y la gota).
Y para que no digan luego los malhablados que en este mundo de la política abundan, de que uno puro improvisa, de que una es poco seria, solo por tener facha de toppletera, sepan ustedes que ya estoy preparando todo un programa de gobierno que los va a dejar boquiabiertos chiquillos. Solo denme unos días, para tomar inspiración, un par de traguitos también antes de empezar, tomar vuelito que le dicen en esto de los vericuetos del poder y verán! No los descepcionaré!
¡Vote por mi!!
Su candidata nudista
(Lea en las próximas entregas mas detalles de esta candidatura)

jueves, 16 de noviembre de 2006

La contraentrevista

Este articulo no ha sido publicado en ningun medio de prensa escrita


La Contraentrevista
(I Parte)

Ya que últimamente me parece que he vuelto a estar de moda, en Chile mi tierra, luego de un prolongado silencio producto de mi última gira Latinoamericana, que me llevó entre otros parajes de nuestro amado continente, por los iluminados senderos milenarios de la hermana República del Perú, conocí el calor y la picardía del pueblo mexicano ad portas del fraude electoral, los enigmas fascinantes de la Guatemala de postguerra (Apostaría mi cabeza a que NADIE en Chile se enteró jamás de la guerra fraticida que duró 34 años en el país de las ruinas mayas) y el verdadero sabor del asado argentino post crisis económica y antes de los cortes de gas, cuando los argentinos eran “nuestros hermanos”. La cosa es que vuelvo y vuelvo a desatar las iras y los amores de mis compatriotas y mis senos, pequeños pero juguetones, vuelven a la portada de los diarios amarillistas mas importantes de mi ciudad, que además constituyen más del 90% de la totalidad de la prensa nacional, (sino la totalidad). Imagínense no más entonces tamaña cobertura. A partir de las últimas entrevistas de mi persona que han aparecido en los medios locales, mis antiguos amigos de moda me han vuelto a invitar a sus fiestas de moda. Tías y parientes horrorizados han vuelto a llamar por teléfono a mi santa madre, beata y laboriosa mujer que de ninguna manera se merece a una hija como yo, para saber cómo se encuentra luego de las públicas travesuras de su hija menor, “la elisita”.
Y la elisita en tetas diciendo que se quiere coger a todo el mundo en el diario, a todo color, en las páginas centrales, al lado de la Kenita Larrín (que está mas gorda según rezan los titulares) y de la suelta de cascos (según afirman los mismos titulares) de la Pamela Díaz. Vuelvo a la palestra señores, al starsystem criollo, especie de gallinero o vitrina en liquidación de temporada, que mis tías devoran cada noche por las pantallas de sus televisores. Mis tías, buenas personas, trabajadoras, madres solteras y nanas casi todas.
A raíz de mis últimas apariciones en los medios, mi padre, modesto peluquero jubilado ex obrero eléctrico, ha vuelto a sentir vergüenza de su hija, su hijita menor, que en algún momento torció el rumbo y ha vuelto a preguntarse con angustia dónde estaba él que no se dio cuenta, probablemente pensando en la inmortalidad del cangrejo, asunto al que ha dedicado buena parte de su vida.
En tanto, mi hermana, la doctora, la primera profesional universitaria de una larga genealogía de campesinos pobres, me ha vuelto a ofrecer su ayuda económica, “Eli, si necesitabas plata por qué no me llamaste por teléfono, yo te puedo ayudar, pero no quiero que vuelvas a hacer toples”, me ha dicho por su celular entre cabro chico llorón y cabro chico llorón, la pobre, otra buena persona más, trabajadora, profesional de la salud, a la que el plan Auge de Salud Pública solo le ha traído un notorio auge en la frecuencia de sus jaquecas.
“Hermana, no son toples, son performances”, me vi en la necesidad de aclararle, pero ella no pareció notar la diferencia.
Bueno, a raíz de todo eso y porque finalmente, debo admitirlo ¡Perdón Familia!, me gusta el genero revisteril y entrevisteril y porque finalmente lo único que quiero es hacerme rica y famosa a costa de cualquier cosa, incluso de la salud mental de mis seres queridos, es que se me ocurrió, en un brillante momento de estremecimiento creativo, hacer esta contraentrevista. ¿Qué coño es una contraentrevista señorita profesora? preguntaría un alumno bobo de primer año de periodismo de una institución cara y privada (a dónde suelen llegar una buena cantidad de chicos bobos).
“Mijito, una contraentrevista es un arma revolucionaria, una respuesta, un contraataque, una suerte de guerrilla contra la ideología inyectada de manera subrepticia en la población a partir de las políticas editoriales de los mass media”, le respondería yo, con retórica marxista – maorista.
O sea, señor ciudadano, y siendo mas clara, si le hacen una entrevista, si vive sus cinco minutos de fama en la prensa escrita, radio o televisión (Cuídese especialmente de esta última) por cualquier evento no sospechado que le haya sucedido, como por ejemplo un crimen pasional en su familia, una inundación en su casa durante los temporales de invierno, si fue usted victima de una estafa de una inmobiliaria o simplemente se le ocurrió escribir un libro, cualquiera sea el caso en que usted es víctima de los mass media, haga su contraentrevista, ataque, denuncie, cuente su verdad, haga un blog y hasta puede si lo desea hacer una performance (Yo doy un taller muy barato y apto para todo publico, paso el dato)
Entonces, entrando de lleno en la contraentrevista, el asunto que nos compete en esta ocasión, paso a aclarar algunos puntos. El primero es en defensa de los colegas que me han hecho las notas, chavos y chavas muy jóvenes, entusiastas, probablemente muy mal pagados, movidos por el afán de inmortalizar sus nombres en el papel periódico que luego irá a empapar goteras o a envolver reinetas en el mercado. Juegan al nuevo periodismo porque no saben aun, no ha descubierto de que el periodismo al menos en este momento en Chile, no existe, el periodismo es hoy y ha sido siempre un puro bussines, un matrimonio perverso entre poder y tecnología de la información al servicio irrestricto de ese poder.
Con respecto a los textos publicados me interesa precisar algunos puntos.
Acerca de lo que se afirma en la última edición del The Clinic,
Estimado lector, estimados colegas, ministros, familiares y amigos, empresas auspiciadotas y personal calificado, a mi no me echaron del Diario El Mercurio, donde trabajé por cerca de tres años como colaboradora en las secciones de cultura y suplementos afines, porque me desnudara para recitar poesía. En primer lugar porque nunca me he desnudado en público para recitar poesía, cualquiera que haya ido a una presentación mía puede dar fe de ello. Lo que yo hago son parodias y uno de mis personajes parodia a la Ciciolina que como recordarán queridos colegas y amigos, acostumbrara a pasearse por las calles de Roma mostrando sus senos y una corona de flores blancas en medio de su rubia cabellera. Recordarán seguramente también que la chichi fue hasta hace unos años atrás, una reconocida estrella del porno que se hizo famosa entre otras cosas por coger con un burro.
En segundo término a mi no me “echaron cagando” como reza la nota, si no que me pidieron con muy buenas palabras que no colaborara más con el medio en cuestión, la empresa periodística mas importante del país, con una conocida tendencia derechista y opus dei, porque entre otras extravagancias se me había ocurrido un día la peregrina idea de agrupar a los colaboradores en una suerte de sindicato para reclamar mejoras laborales. En la jerga periodística se les llama “colaboradores” a los periodistas que prestan sus servicios a honorarios, es decir boleteando, sin contrato o con un contrato provisional (otro eufemismo más) completamente al margen de toda ley laboral y durante muuuuuuucho tiempo. “Elizabeth, si no estás conforme con las condiciones laborales que el diario te ofrece yo te pediría que dejaras de colaborar con nosotros”, lo recuerdo casi a la perfección, fueron las palabras de mi jefe dichas en un tono muy suave no exento de paternalismo.
Entre las demandas estaba que subieran las tarifas de las notas publicadas, que no habían sido modificadas en los últimos seis años. Pedíamos también, si mal no recuerdo, el aumento de las computadoras y las sillas en una sección que contaba con un equipo de diez personas y tres máquinas con sus correspondientes asientos y centrales telefónicas.
Por eso me echaron, pero en realidad como ya dije, no me echaron, me dijeron luego que los jefes valoraban mi trabajo y que si recapacitaba y me disculpaba por lo que ellos consideraban algo así como un insulto o un berrinche de hijo natural mal agradecido, mi situación podría ser reconsiderada y yo podría volver a estampar mi sucio y proleta nombre en las blancas y aristocráticas páginas del diario mas importante de Chile.
Y yo dije que no, lo dije por teléfono y nunca más puse un pie en el lugar, no porque no lo intentara sino porque como ustedes sabrán, luego del secuestro del querubín de la familia Edwards (dueños de la cadena periodística y de parte importante del país) en manos del frente patriótico Manuel Rodríguez, ocurrida en los años álgidos del gobierno militar a la salida de los mismísimos jardines de la empresa, las medidas de seguridad se extremaron. Los de recepción, gente más bien entrenada en cuarteles que en institutos de relaciones públicas, a los que no por nada le dicen los del bunker, son celosos y no entra nadie que no forme de manera oficial parte de la planta o que no se identifica claramente con sus documentos al día y con una cita confirmada. Por si quedara alguna duda el guardia llama a la persona requerida desde el mesón y solo cuando esta da su aprobación la visita puede ingresar a los ordenados campos que reciben al caminante agotado.
Campos donde a veces uno veía llegar al presidente de la república, a ministros y autoridades del más alto rango. El poder, que no es otra cosa que una sola y gran familia con hijos díscolos que se vuelven marxistas, drogones o artistas e hijos pródigos que cuidan y hacen crecer la fortuna familiar, el poder almuerza en El Mercurio entre otras razones porque la comida del casino es deliciosa y muy abundante. Y porque el casino está diseñado como se debe, de manera jerárquica con claras divisiones, con un gran salón común para el pueblo y salas vip, para la parte vip del pueblo, es decir los miembros de la familia real.
Eso es lo que mas extraño de El Mercurio, no a la familia real chilensis, harto desabrida por lo demás (yo me quedo con Diana, anoréxica, con amantes jóvenes y fatal), extraño la comida del casino porque era barata, abundante y hasta exótica para mi paladar claseobrero. Porque sepa usted que aunque los colaboradores pagábamos nuestro almuerzo, este era decididamente barato, la derecha es bastante compasiva en algunos aspectos con sus siervos, sobre todo con los más fieles.
Lo malo es que a mi nunca me ha gustado ser siervo y tampoco soy fiel. Debo decir también y en honor a la verdad que la derecha paga al día, lo que no es poco decir. Por lo demás, igual que en el resto de las empresas, El Mercurio esta lleno de buena gente y de gente deleznable. Gente que se saca la chucha trabajando, leyendo, informándose, cultivándose y que intenta hacer las cosas bien y honestamente a pesar de estar trabajando prácticamente en un estado policial o en un convento, que es casi lo mismo. No son la mayoría, pero existen, mis mas cordiales saludos a todos ellos.
Tengo la sospecha o mas dicho casi la convicción que mi salida del medio se produjo de manera natural, por este impasse sindicalista y porque yo no pertenecía a ese rebaño, porque nunca quise pertenecer y no porque me haya desnudado, ya que, de hecho si recuerdo bien, el mercurio fue el primer medio en publicar una foto mía desnuda, en el marco de la nota testimonial que yo hiciera cubriendo la performance de Tunick aquel nudista invierno del 2003. Ahí sí que me empiluché enterita, pero lo hice junto a cuatro mil chilenos más que saltaban de alegría y de frío esa helada mañana con 0 grados de temperatura. La crónica se titulaba, “Permiso, me voy a desnudar”, en alusión a un nudista que junto con pedir la pasada pedía permiso para desnudarse. Curiosamente el mercurio si me dio permiso aquella vez y no solo eso si no que además publicó a página completa la crónica que hice todavía temblando por la experiencia arrolladora de ver a mi pueblo en pelotas.
Asi que quede claro, señores a mi no me echaron por desnudarme.

Yo queria ser budista

Este articulo fue publicado en la seccion cultura del diario la Nacion el 2 de noviembre del 2006

Yo quería ser budista


Sí, yo quería ser budista, poeta, feminista, indigenista, ecologista, izquierdista, activista, nudista y zen. Todo eso sin contradicciones y sin que me creara algún tipo de problemas con la ley, con mis vecinos o con el resto de la sociedad.
Yo quería vivir sin dinero, reactivar en mi vida cotidiana el ancestral trueque como medio de intercambio; abandonar el trabajo, la oficia, la escuela, desprenderme de toda obligación que no tuviera que ver con lo esencial, dormir, coger, comer, leer y divertirse. Quería reducir mis propiedades a su mínima expresión, sólo lo indispensable, un poco de ropa, algunos discos, algunos libros. Quería andar liviana por la vida, que todo lo mío cupiera en una mochila y en un cuaderno de notas, para así viajar mucho y conocer lugares, personas y cosas increíbles. Yo quería acercarme al conocimiento de la esencia de lo humano a través del viaje como experiencia transformadora y que eso redundara en una intensa vida espiritual.
Quería llegar a aldeas lejanas, perdidas en el corazón de los Andes, hundidas en selvas inmensas, pueblos pequeños y revueltos por la lucha social. Yo quería militar en algún ejército de liberación.
Si no, quería vivir en cordones urbanos dominados por las casas ocupas, coordinar espacios colectivos de arte callejero, yo quería hacer resistencia antisistema, humanista y de acción social.
Yo quería pasar semanas sin bañarme, sin saber lo que es un artilugio de maquillaje, que de mi melena brotaran largos y gruesos rastas, cilíndricos, duros y hediondos como un cochayuyo. Yo quería vivir cerca de una plantación de marihuana y de la playa, en un país tropical, con un tipo moreno y grande que me hiciera el amor todas las noches o al menos unas tres veces si no es mucho pedir y el caballero no se estresa ni fatiga ¿no? y que luego me hiciera masajes en los pies. Un tipo que de vez en cuando se sentara a mi lado y me leyera poesía y luego saliera por la mañana a pescar.
Quería yo vivir de hacer collares, aritos y trenzas para luego venderlos en las plazas los domingos de feria.
Quería no saber por meses lo que es un e mail ni una tarjeta de crédito ni mucho menos una letra bancaria, un protesto, una deuda-de-la-conchadesumadre-que-me-van-a-embargar (o peor aun)que- me- van- a- llevar-en-cana o una cuenta de luz con corte en trámite.
Por supuesto yo no quería pagar un peso por semejante estilo de vida y no estaba dispuesta a ir a una agencia de viajes para comprar un paquete que incluyera tantas actividades.
Yo sólo quería unas merecidas y largas vacaciones

Corazón Ciclista

(Columna publicada el 26 de octubre en la seccion cultura del diario La Nacion)

Corazón Ciclista

Hace algunos años tuve un amor que era ciclista, colocolino, alto dirigente de la garra blanca y comunista del ala más dura. Tal cual. Nada más ni nada menos. Toda una joya para presentar a la familia. Lo peor de todo fue que ese amor un día me dejó por otra a la que seguramente no le daba “cosita” subirse en el fierrito delantero de la bici para que él la llevara a casa, otra que no ponía cara de “asquito” y horror cuando él llegaba con entradas para el partido del domingo, una a la que no le daba miedo ir de vacaciones con su pololito armado hasta los dientes y que en definitiva estaba dispuesta y feliz de acompañarlo en las durezas de tales militancias.
De ese amor me quedó por un tiempo el sabor amargo del abandono que desapareció después de varias sesiones de terapia, algunas de reiki y una última de compras compulsivas.
Hoy que los años han pasado y que las cosas en Santiago han cambiado tanto para bien y para mal, pienso que biciman (como le decía en la intimidad) fue un adelantado en muchas materias. Aparte de su visión política que comparto en una gran cantidad de puntos, (no así la deportiva) lo que mas rescato en este preciso momento que tomo notas para esta columna, encima de un destartalado bus de la locomoción colectiva manejado por un sicópata - asesino - drogodependiente, ahoritita mismo, lo que más le valoro al hombre, es su firme opción por el uso urbano de la bicicleta. Uso que llevó hasta sus últimas consecuencias.
“Amorcito” salía cada la mañana de su casa, ubicada en una comuna de la periferia de la ciudad, montado sobre su pistera reacondicionada por él mismo, con su casco de seguridad, la botellita de agua, los guantes sin dedos, las rodilleras, coderas, más otra increíble cantidad de elementos de seguridad que sólo los expertos conocen y era capaz de recorrer la ciudad entera a bordo de sus dos ruedas sin dejarse intimidar por maquinaria del infierno ni circunstancia alguna.
No importaba la época del año, las inclemencias del frío o del sol, tampoco la prepotencia de automovilistas, micreros y taxistas, quiénes numerosas veces intentaron eliminarlo de las calles del gran Santiago, biciman jamás se bajó de su cleta, sentando con su insistencia el auge del movimiento ciclista que hoy crece de manera evidente (gracias a Dios) ocupando calles, veredas y parques, exigiendo ciclovias y una ciudad mas amable.
Y ahora que recuerdo bien, fue (consecuentemente) montado en su bici que un día salió desapareció de mi casa y de mi vida, su corazón ciclista, rodando con rumbo incierto, sin decir adiós para nunca más volver.