Mas Turbación que otra cosa
By eli neira
Un amigo me confesó la otra noche entre copa y copa que se masturbaba usualmente unas tres veces al día y cuando estaba con la resaca cinco. Me pareció una exageración, sobre todo considerando que mi amigo es un hombre muy guapo, un excelente pintor, un tipo con talento y simpatía que sin duda debería intercambiar fluidos más seguido con chicas de carne y hueso. Y lo de la resaca sí que me dejó pensando.
En tanto mi ex marido, (al igual que Liz Taylor tengo muchos ex maridos) me escribe desde Europa y me cuenta que se siente solo y que se masturba mas de lo que coge. A mi me da pena porque sé que para él, un tipo de avasallador éxito con las mujeres, debe ser toda una desgracia y una verdadera política de apartheid ejercida por las féminas del viejo continente, esos niveles de indeferencia hacia sus incuestionables dotes amatorias.
Luego me di cuenta que yo también me masturbo más de lo que cojo. Ahora, si bien no es lo preferible, tampoco es algo que me genere muchos problemas ya que la masturbación es desde mi más tierna infancia uno de mis pasatiempos favoritos. Generalmente lo hago por las mañanas, ¿No despiertan ustedes con unas ganas de la puta madre? Y bueno, la vida moderna, los viajes, la incapacidad para establecer relaciones duraderas se conjugan para que no siempre una despierte con un príncipe al lado a quien recurrir para aplacar las urgencias del deseo.
De todas maneras con príncipe y sin príncipe es tan rico tocarse. Cuando se hace de a dos es lo mejor y de todas las formas de masturbación a dúo que conozco creo que el 69 es lejos la más perfecta. Es además una postura tántrica, que aparece de portada del Kama Sutra y en los diseños de las vasitos precolombinos. Por algo la humanidad practica esta postura hace tantos.
¿Ustedes gritan cuando se van? Yo a veces. Y debo confesar que si vives en un departamento de 1000 uf, de esos nuevos que aparecen como la maleza por los barrios antiguos del gran Santiago, se puede transformar en todo un problema ya que nadie reclama por los ronquidos escandalosos del camionero del piso de arriba pero por mis jadeos sí y hasta se han convertido en tema de discusión en la junta de vecinos.
La opción es morder algo cercano. Dependiendo de la posición en que me encuentre eso cercano puede ser la almohada o el bichito de peluche que alguien me regalo la navidad pasada, pero si estamos en un fogoso 69, morder lo mas cercano puede ser problemático. En esos casos es mejor que la gorda de abajo reclame hasta que le de hipo, ¿No creen ustedes muchachos?
En tanto mi ex marido, (al igual que Liz Taylor tengo muchos ex maridos) me escribe desde Europa y me cuenta que se siente solo y que se masturba mas de lo que coge. A mi me da pena porque sé que para él, un tipo de avasallador éxito con las mujeres, debe ser toda una desgracia y una verdadera política de apartheid ejercida por las féminas del viejo continente, esos niveles de indeferencia hacia sus incuestionables dotes amatorias.
Luego me di cuenta que yo también me masturbo más de lo que cojo. Ahora, si bien no es lo preferible, tampoco es algo que me genere muchos problemas ya que la masturbación es desde mi más tierna infancia uno de mis pasatiempos favoritos. Generalmente lo hago por las mañanas, ¿No despiertan ustedes con unas ganas de la puta madre? Y bueno, la vida moderna, los viajes, la incapacidad para establecer relaciones duraderas se conjugan para que no siempre una despierte con un príncipe al lado a quien recurrir para aplacar las urgencias del deseo.
De todas maneras con príncipe y sin príncipe es tan rico tocarse. Cuando se hace de a dos es lo mejor y de todas las formas de masturbación a dúo que conozco creo que el 69 es lejos la más perfecta. Es además una postura tántrica, que aparece de portada del Kama Sutra y en los diseños de las vasitos precolombinos. Por algo la humanidad practica esta postura hace tantos.
¿Ustedes gritan cuando se van? Yo a veces. Y debo confesar que si vives en un departamento de 1000 uf, de esos nuevos que aparecen como la maleza por los barrios antiguos del gran Santiago, se puede transformar en todo un problema ya que nadie reclama por los ronquidos escandalosos del camionero del piso de arriba pero por mis jadeos sí y hasta se han convertido en tema de discusión en la junta de vecinos.
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Cronicas Apocrifas, el paradigma de lo impublicable,
extenso recorrido por la incomprendida carrera periodistica de la autora mas conocida como estrella del strep tease
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